*por Manuel Rosel / fotografía por Raquel Martínez
José Padilla, DJ y músico afincado en Ibiza, lleva toreando en las pistas de baile desde mitad de los años 70. El barcelonés llegó a Ibiza en una época en que España soñaba con placeres y libertades que la isla (que todavía no era conocida por la juventud global como “Ibisaaa”) ofrecía a un reducido número de aventureros (ricos y no tanto) de todo el mundo. Padilla había ejercido como DJ (pinchadiscos de los de entonces, que durante horas ponían de todo e introducían al público en las músicas que iban llegando a sus manos) y en Ibiza se dedicó a ello a lo largo de los 80, sobre todo en San Antoni y en lugares como Ku o Pachá.
Junto a DJs locales como Alfredo, fueron desarrollando el ecléctico sonido (en principio por falta de discos, que les obligaba a poner todo lo que tenían, y por la diversidad del público) que se conocería como balearic. El nombre de José Padilla quedaría para siempre ligado a la isla y a Café del Mar, lugar en el que -desde 1991- hizo míticas las sesiones al atardecer y para el que seleccionó los famosos recopilatorios chill out. Padilla consolidó su carrera como DJ, firmó sus primeros discos en 1998 y 2001, y hace dos años volvío con Binary Sun junto a Kirsty Keatch.
El sello especializado en balearic y músicas profundas International Feel Recordings (que ya resucitó hace unos años a DJ Harvey), publica este mes de Junio el cuarto álbum de José Padilla, que lleva por título So Many Colours y en el que se incluyen doce canciones del más fino house, disco y balearic.
Padilla se ayuda de jóvenes productores como Mark Barrott, Telephones, Jan Schulte y Tornado Wallace para conseguir esa mezlca de ritmos juguetones, melodías dulces y atmósferas ensoñadoras capaces de trasladarte a la más idílica de las playas ibicencas.
En un comunicado reciente Padilla anunciaba que dejaba la música por problemas de salud, que esperemos consiga superar. Como él mismo suele contar, Ibiza no es lo que era, el buen ambiente ha perdido en favor de un negocio masivo donde el dinero es lo más importante. Pero si algo sabe hacer José Padilla es transmitir vida y espiritualidad a través de la música, tanto en sus sesiones como en composiciones como las de So Many Colours, que puedes escuchar a continuación: